La carta

Hoy he recibido una carta atípica. Atípica porque su destino era la destrucción, y porque está a medio hacer.

Lo primero es decir que me ha hecho mucha ilusión: es una cosa que está escrita desde le corazón y ya sólo por eso hace que te llegue al corazón. Además cuando escribes algo personal te muestras tal como eres, descubres tu coraza protectora y dices "soy así como tú, vulnerable, con fallos, con limitaciones".

Yo también me siento así muchas veces: me siento olvidado, a veces marginado. Otras veces en cambio agobiado de tanta atención. Unos días me encuentro con muchas ganas de hablar, otros días disfruto de la soledad.

De un tiempo a esta parte me he sentido muy arropado por cierta gente: me rio con ellos, sufrimos deportivamente juntos [esto merecera un post], cenamos, nos picamos. A pesar de todo siempre piensas que las amistades se pueden dañar o perder [No subestimes el poder del reverso tenebroso del Mario Kart]. Pero sé que a todos nos sucede igual, todos pensamos que nosotros no vamos a ser los causantes y sé que en este círculo todos piensan igual. Lo más seguro es que seamos amigos, compañeros tan cercanos de por vida.

Y por último decir que no me gusta estar en el "candelabro" jejej, que me gusta pasar desapercibido y que por eso a veces soy tan callado. Pero cuando me encunetro a gusto, como todos, me muestro tal como soy.

Esto no es la descripción del momento álgido de nada, la cosa va creciendo y todo va mejorando día a día.

Veritas Omnia Vincit