Mi primera clase

Y con esto no quiero decir que acabo de ingresar en la universidad... pues por aquel entonces gobernaba Felipe González.
No, ha sido la primera clase que he impartido en mi vida, y espero que sea la última. El reloj avanzaba lentísimamente, las ideas se iban evaporando y ya no sabía ni que hacer. Yo tenía un plan y ese plan me duró la mitad es decir hasta las 9:15, aún me quedaba otro media clase y ya no tenía recursos.

Esto me hace reflexionar sobre la figura del maestro, se emplea la palabra con mucha ligereza. Dar clases y salir del paso es fácil, más fácil aún es darla mal y creer que lo haces bien. Pero enseñar y que el otro pueda asimilar, que comprenda bien los conceptos y los incorpore eso sólo lo hacen bien pocas personas. Y yo por supuesto no lo sé hacer ni creo que lo sepa. Me falta imagimación, pedagogía y por supuesto paciencia... infinita paciencia y saber darle la vuelta a la explicación para que la gente lo entienda.

El problema no está como cree el mal enseñante en el alumno, si la idea no llega es que no la has sabido transmitir: no importa lo complicado que sea el concepto, hay que saberlo transmitir. Creo que no hay malos alumnos, hay malos profesores. Si falta motivación hay que crear la necesidad de aprender, de que la gente tenga interés. Si no hacen bien lo que intentas transmitir es que no lo estás haciendo bien, algo fallo, hay que cambiar.

Y hay gente que sabe enseñar, y gente que como yo le queda mucho por aprender y jamás sabrá enseñar. Ser un buen maestro es algo que no se aprende, forma parte de las características de la persona: por eso Vic es un buen maestro